Thursday, May 04, 2006

¡Que Casualidad!

Leyendo un libro de las revelaciones de un economista que trabaja para el gobierno de los Estados Unidos (tema perfecto para otro ensayo), me encuentro con una frase interesante, en donde dice textualmente “cómo reaccionar ante las casualidades”.
Primero que todo las casualidades no existen, todo lo que se presente en este mundo existe por alguna razón. Una de las leyes de la naturaleza habla sobre eso; la ley de causa y efecto, de la cuál somos testigos cada segundo de nuestras vidas, sólo que muchas veces no nos percatamos de esos hechos.
Cada momento de nuestro diario vivir, se basa en los acontecimientos que generan otro más como una secuencia de posibilidades que nosotros mismos nos encargamos de construir. Muchas veces nos decimos, “es una casualidad que me haya sucedido tal cosa o tal otra”, cuando la verdad todo sucede con un porque, nada viene hacia nosotros porqué si, todo tiene con un propósito específico. Muchas veces tenemos ante nosotros un momento que puede ser único en nuestras vidas, ya sea el encuentro con una persona o esa llamada que no esperábamos, pero todo eso se trata de un espacio en nuestro constante ir y venir, que nos indica el camino que debemos llevar. No es fácil llegar a dar testimonio de este tipo de acontecimientos, cuando inconscientemente se lo dejamos al destino, que por “alguna razón” se atravesó en nuestro camino.
Debemos definitivamente “reaccionar” ante cada suceso que nos ocurre, porque de eso depende el éxito con el que podamos realizar cada uno de nuestros propósitos.
Les dejo unos ejemplos básicos. La tierra no gira a propósito porque sí, cada movimiento implica que se generen las diferentes estaciones y por ende, la agricultura, de la que somos beneficiados por sus productos, y nos brinda a todos la alimentación básica que consumimos. Por esto mismo existe un ciclo en nuestras vidas y un desarrollo económico, por el que se establecen las diferentes empresas que se mueven al ritmo del planeta. Imagínense un planeta como Venus, donde cada día dura 117 días terrestres. Un poco difícil de concebir, ¿cierto?. Otro ejemplo sin ir tan lejos. Una persona como cualquier otra, que recibe noticias que cambiarán su estilo de vida, su economía, su status, y que sabe aprovechar ese momento ya que es lo más importante que pueda sucederle, y en el que se juega todo, porque sabe que es una gran oportunidad, a lo que algunos les parecerá una locura, o que simplemente dejan pasar, porque sencillamente no se sienten capaces de afrontar esa situación. ¿Usted lo haría?.
La vida está de llena de grandes oportunidades que debemos aprovechar, como el agricultor que sabe en que momento recoger los frutos de su trabajo, ya que existe un momento y un instante en el tiempo en donde se debe cosechar, y un momento para recoger.
Aprovechemos los momentos de nuestras vidas. Están llenas de grandes sorpresas, sólo debemos arriesgarnos a tomarlas porque de ahí depende todo lo que alcancemos para nuestros ideales. Por algún motivo vivimos en este mundo, no solamente para desperdiciarlo en asuntos banales que no nos llenan de ninguna manera.